Foto: Roberto Suárez

El senador republicano Marco Rubio asistió a la VIII Cumbre de las Américas en Lima, Perú.

El rasgo más significativo es la gran cantidad de sus participantes mezclados a la corrupción. Como es el caso de su defenestrado anfitrión Pedro Pablo Kuczynski.

Paradójicamente el ex presidente impidió la presencia de Nicolás Maduro Moros en el evento regional.

Es irónico que Marco rubio presida un panel sobre gobernabilidad democrática y acciones anti-corrupción

En declaraciones telefónicas desde Washington, Marco Rubio trató de justificar la ausencia del mandatario Donald Trump por atender asuntos de seguridad nacional.

Para alejarse de esta realidad Trump apeló a un pretexto que lo desenmascara y fue orientarse en las medidas a tomar contra Siria por un supuesto ataque químico a civiles.

Por cierto, ordenó el ataque militar a Damasco sin una sola prueba concreta sobre el tema. La debacle en Lima tuvo otro importante significado.

El chasco de Luis Almagro

La OEA un apéndice de Washington ahora en la VIII Cumbre fue detenida en su propósito.

A ello contribuyó el ridículo de su secretario general, Luis Almagro al lanzar groseras ofensas contra Cuba y Venezuela que provocaron la retirada de la delegación de nuestro país.

De esta manera el complot fraguado contra Cuba en Washington y Miami terminó herido de muerte en Lima. A la inversa de lo que piensan Marco Rubio y sus hombres no todo está perdido en América Latina.

La solidez y el prestigio de La Habana y Caracas no pueden ser borrados de un plumazo.

A propósito, la reputación de Marco Rubio, como alguien muy allegado a Donald Trump, no ha pasado inadvertida en Caracas.

En Venezuela se bufan del senador llamándolo también “Narco” Rubio por tratar de mezclar a funcionarios chavistas con el narcotráfico.