Compartir

Por segunda ocasión consecutiva, Cuba estará en los mecanismos de discusión de la Cumbre de Las Américas.

Una nutrida representación participará en el foro de la sociedad civil hemisférica, un evento paralelo a esta octava edición, que tendrá lugar en Perú, en abril.

La mayoría de los delegados cubanos conforman la Coalición 15, cuyo tema central es Por un mundo inclusivo y respetuoso, aunque habrá presencia también en algunos de los otros 27 espacios previstos para el debate.

Nuestros representantes, que forman parte de un enjambre de más de dos mil organizaciones de la verdadera sociedad civil nacional, van a Lima con total disposición para el debate serio y respetuoso.

Lo que no se admitirá, y ya está advertido, son ofensas, irrespetos o provocaciones, que siempre recibirán una respuesta en correspondencia.

Acallar las denuncias

De manera inexplicable, y como pasó antes en Panamá, los organizadores de la próxima Cumbre de Las Américas dejaron fuera de los debates a los representantes de los CDR, la más masiva organización cubana, y de la ANAP, que agrupa a unos 380 mil campesinos.

Con los tiempos que corren, que no perdonan las ingenuidades políticas, uno no puede menos que pensar que hay mala fe detrás de esa decisión.

Hay un criterio estrecho de selectividad y muy poca transparencia en la acreditación de los participantes, lo que parece entrar en un juego de manipulación ideológica que busca acallar la denuncia sobre la realidad cotidiana en muchas partes de América Latina.

Esa debe ser la finalidad de los organizadores de la Cumbre de Las Américas, porque saben que en Lima, Cuba va a ser la voz de los sin voz.